La historia de ATmedios es también la historia de mi vida en los últimos 18 a 20 años. Por eso lo que voy a contar es un poco de esa historia.
Crecí en una familia de clase media en Bogotá, mis papás no han tenido riquezas pero debo decir que nunca me faltó nada. Estudié en colegios cerca de mi casa. No tuve que trabajar hasta cuando me gradué de la Universidad. Gocé de amplios espacios para jugar, compartí cuarto con mi hermano y en muchas ocasiones también lo compartimos con más personas. Mis hermanas compartían otro cuarto. Mis papás tenían una vida social y familiar que hacía que hubiera reuniones con relativa frecuencia en nuestra casa.
Aunque siempre había bastante gente a mis alrededores yo era tímido y me relacionaba poco con la gente. Me llevaba bien con mis compañeros de colegio pero tenía poca relación con ellos fuera de los muros del mismo colegio. Cuando niño jugaba con mi hermano pero ya en la adolescencia nos distanciamos. Me iba bien en el estudio aunque muy poco era lo que estudiaba en esa época.
Entré a la Universidad y estudié Ingeniería Electrónica. Allí empecé a relacionarme más con el mundo y ahí supe lo que era estudiar en forma. Pero también sacaba tiempo para ir a fiestas, hice amigos y algunos de mis mejores recuerdos los tengo del tiempo que pasé en la Universidad. Conocí a una linda mujer, Vicky, con quien tiempo después me casé y es la madre de mis hijos.
Cuando me gradué conseguí trabajo en el área técnica de Autourbe. Tiempo después cambié al área operativa, lo que me llevó a tener más contacto directo con clientes y aprendí aquello del servicio al cliente. Un día una compañera de trabajo me hizo ver que tenía un lado comercial, algo con lo que nunca me había sentido cercano.
Empecé luego a sentir que algo faltaba en lo profesional. Por cosas de la vida me metí a Amway por un tiempo. Luego sentí que quería hacer empresa y empecé a buscar qué podría hacer. Apareció el Internet y llegó una posibilidad de ofrecer servicios de Backup remoto. Me interesó pero sentía que no estaba listo y me daba susto arrancar.
Decidí entonces estudiar un posgrado, Gerencia de Tecnología, que pensaba me iba a dar lo que me hacía falta para estar listo. Año y medio después me gradué sabiendo que nunca iba a estarlo y que por más que estudiara mil cosas uno nunca se siente listo para empezar una empresa. Pero había que echarse al agua.
Seguí con la idea de los servicios de Backup, busqué alguien con quien asociarme y hablé con María Victoria Díaz, compañera y amiga de la Universidad quien en ese momento tenía problemas en la empresa donde trabajaba. En una servilleta hicimos unas cuentas alegres y decidimos empezar. Fue así como hace 15 años nació Backup en Línea. Intentamos por un tiempo vender los servicios de Backup pero pienso que en ese momento los clientes en Colombia no estaban aún listos para pagar por un servicio así. Solo se consiguió un cliente.
Yo seguía trabajando en Autourbe y María Victoria, que se había desarrollado profesionalmente en el mundo de la radio y la tv, con sus relaciones en dicho mundo, vendió unos equipos a algún canal. Un día, investigando, encontramos que había una ley que establecía el derecho a la información de las personas sordas y empezamos a averiguar de qué se trataba.
Llegamos así al closed caption. Aprendimos lo básico, contactamos proveedores, aprendimos de estenografía y reconocimiento de voz, trajimos algunos equipos prestados y empezamos a hacer demostraciones en los canales de tv. La idea era venderles los equipos. Ellos sabían que pronto les iba a tocar hacerlo pero como no había reglamentación de la ley no existía un interés real de compra. En ese momento tanto Caracol Tv como Canal RCN estaban haciendo unas pocas horas y para esto contrataban al INSOR.
En una de esas visitas y demostraciones alguien de un canal nos dijo que porqué en vez de venderles los equipos mejor no les prestábamos el servicio. Y ahí llegó la iluminación. No fue una brillante idea nuestra, pero estuvimos en el momento correcto, en el sitio correcto y vimos la oportunidad.
Conseguimos unos socios que pusieron un dinero para comprar equipos y software, por supuesto a cambio de una participación en la empresa. Para ese momento trabajábamos en una oficina dentro de las instalaciones de NTC en el centro empresarial Dorado Plaza.